Recordando que la
estimulación es importante desde el nacimiento, hoy nos centraremos en la
estimulación para desarrollar el control postural y equilibrio al estar de pie,
teniendo en cuenta que cada niño tiene su ritmo.
Cuando el peque
comienza a mostrar interés por los objetos que están en niveles más altos que
él, es el momento para ayudarle a superar esas barreras.

Al conseguir levantarse
apoyándose en el mueble el siguiente paso es tener la pared como apoyo y por
último lo hará sólo.
Tras conseguir
erguirse, intentará dar algún pasito y poco a poco cogerá
confianza y le será más fácil y estará más motivado para querer andar, primero
con apoyos y luego sin ellos.
Al avanzar con estos
ejercicios tomará como juego agacharse y levantarse, esto le ayudará a reforzar
su tono muscular y equilibrio, en el tronco y extremidades inferiores.

Según avance su
motricidad bajará y subirá las escaleras, primero agarrándose en los barrotes
de la barandilla con las dos manos y poniendo los dos pies en el mismo escalón,
luego alternando los pies y más tarde se agarrará con una mano o en la barandilla(según
su altura). También veremos un mayor interés en querer subir y bajar solo del
sillón o en lugares similares.
Nuestra presencia es su mayor apoyo, compartir con él ese momento, ofrecerle un espacio seguro para que él pueda realizar estos avances por sí mismo y que consiga todos los movimientos en su secuencia natural.