Diario de mamá: Pasamos de la cuna a la cama zzzzzzzzzz


Hace ya unas semanas que cambiamos la cuna del peque por la cama.

Nosotros no disfrutamos del colecho, eso no quita que algunas noches durmamos todos juntos o si el peque madruga mucho que intentemos que duerma con nosotros mientras le damos besitos. El motivo de esta decisión (no es que crea que me tenga que justificar, pero al decir disfrutar del colecho....), es largo de explicar y puede que le dedique un post, pero puedo decíros que el miedo al aplastarle desde que nació tuvo mucho peso.



El caso es que, el peque fue muy precoz en su independencia y creó muy pronto la república independiente de su habitación. Poco después de cumplir un mes le costaba mucho dormir en el cuco, se mueve mucho y casi siempre se despertaba al quedarse atravesado o con los pies por fuera. Así que decidimos pasarle a la cuna.
La montamos en su habitación sin pensarlo y al llegar la noche nos dimos cuenta que no le tendríamos cerca, ¿le oiríamos si nos necesitaba? ante la duda pusimos la cámara vigila bebes. Duró sólo media noche, yo estaba tan pendiente que me molestaba el zumbido que descubrí que hacía la camarita, así que la apagué.
Desde entonces nuestras noches, salvo alguna que otra por molestias debido a la dentición o más recientemente por miedos que va teniendo ( aquí os lo cuento) han sido muy buenas. El peque duerme como las marmotas!!

Al llegar el verano y pasar las minivacaciones en la cuna de viaje, notamos que volvían las molestias al dormir y sobre todo que eran posturales. Al volver a casa nos fijamos bien si su malestar seguía o era debido a los cambios recientes. Y llegamos a la misma conclusión que al pasarle a la cuna. Pues manos a la obra, busquemos una cama!!!

Tras ver algunas, medir, pensar en su seguridad y un poco a largo plazo, nos decidimos por la Kritter de pino

Ahora teníamos que prepara el camino. La verdad es que me veía confiada, de verdad pensaba que el paso a la cama era lo que necesitaba.

Sin quererlo ni comerlo, al ir a ver la cama nos encontramos con este cuento "El Erizo se va de casa". Un libro que me venía de perlas para contarle cosas del otoño, frutos, animales, costumbres de estos .... A él le encantó y lo leímos durante una semana, antes de dormir.
Al ir a por la cama y buscar sábanas, encontré las que tenían como dibujo los mismos que en el libro, así que perfecto!! ya tenía el hilo para engancharle a la cama. Y yo más feliz que una perdiz.

El día que le monté la cama él lo estaba viendo todo desde la cuna (era imposible montarla con él dando vueltas por ahí...) y de las ganas que tenía de salir tiró todo lo que tenía dentro.
Pensamos que sería mejor que su primera toma de contacto fuese en la siesta, así sería menos tiempo.

Para cuando entró, tenía las sábanas del Erizo y su cuento a los pies de la cama ........ Se lanzó a por el cuento y a subirse a la cama y mi cara se relajó. Uffff, primera toma de contacto superada.

La siesta fue bien, incluso se bajó tras llamarnos y ver que no íbamos a verle y al encontrarnos por el pasillo corrió a la cama.

Por la noche costó un poco más, pero tras dar varias vueltas, meter las manos por un lado del colchón (así es como empezó a controlar el espacio en la cuna) y ver que uno de los dos estaba a su lado, se durmió.

Desde entonces, salvo las fiebres y los mocos, sus noches vuelven a ser tranquilas. Aunque también he de decir que le pusimos unos cubres que usábamos en la cuna para que no se dañase mucho al girar contra la pared, pero ya no los necesita.

Ahora sólo me quita el sueño imaginar el día que me lo encuentre al lado de mi cama, sin escuchar que llega (y las noches de mocos y toses, seguidas de fiebres y pesadillas ......)

Como conclusión decir que MI PEQUE ES UN CAMPEÓN!!!

Os deseo un buen día!