MI PRIMERA VEZ CON CARLOS GONZALEZ

La semana pasada asistí a mi primera charla del doctor Carlos Gonzalez, seguro que muchos de vosotros lo conocéis de sobra. Yo la verdad es que no lo conocía más que por algún comentario en blogs de maternidad.
Por si hay alguno que es virgen como yo, os contaré que es un pediatra pro lactancia, consejero de la Liga de la Leche, pro crianza con apego. Todo esto y más lo podéis leer en sus libros sobre crianza, relación con el pediatra y el la colaboración que hace años tiene con  la revista ser padres.

El tema de la charla eran las necesidades afectivas del bebé.



El evento se realizó en el Espacio Bertelsmann, donde adaptaron una zona para el disfrute de los peques con juguetes presididos por el logo de la Asociación Despertares, Maternidad y Crianza 



Antes de comenzar, se trasladaron los presentes al Retiro para leer un manifiesto sobre la leche materna.
Una vez ya en el auditorio comenzó la charla. La sala estaba llena de mamás y papás y muchos, muchos peques menores de 3 años.

Habló sobre la importancia del apego materno (apego primario) según sea esta relación así serán las secundarias La conducta de apego llega y se extingue. Estas afirmaciones, su desarrollo y hablar sobre las distintas clases de madres lo hizo con el apoyo de imágenes de distintos animales, llegando a los homínidos donde más nos podemos identificar en cuestión de apego.
¿Por qué se desencadena esta conducta? La necesidad de estar con la persona de apego es el desencadenante, por eso cuando no está mamá el peque llora y al llegar se calma. Esta conducta sirve como protección, cuando el peque necesita menos protección esta conducta va disminuyendo, suele ser sobre los 3 años.

La relaciones afectivas son tan importantes para nosotros que nos cusan celos, no queremos que se rompan. Los niños no sólo tienen celos de sus hermanos, también los tienen con mamá y papá. Quieren a los dos y no les gusta que uno de los dos les haga menos caso. Los niños sólo quieren que estés con ellos y les hagas caso

Aportó su opinión sobre las guarderías, si pudiésemos realizar nuestro trabajo junto a nuestros hijos no serían necesarias, como en aquellos países o culturas donde se trabaja el campo con los peques porteados, o se cocina o se hila (como en los cuadros religiosos). Un claro golpe a favor de la conciliación.

No faltó un guiño los papás, si queréis ser los primeros en el grupo de relaciones de apego secundario tendréis que esforzaros ya que las abuelas y abuelos ganan terreno.

Y cerró la charla con unas encuestas inglesas y suecas donde se observan que las familias no son sinceras con respecto al colecho., aproximadamente un 65% afirman que no lo hacen pero al preguntarles por la noche de ayer cambia a un 35%


Me quedo con una frase que dijo no intentes dormir al niño, duermete tú