RELAJACIÓN PARA NIÑOS DE 1 A 3 AÑOS


Desde el año, los peques comienzan a desplazarse y lo desarrollan a gran velocidad.

Al principio se apoyan mucho sobre las muñecas y rodillas, tensando el cuello, por ello el masaje debe centrarse en estas partes, ayudando a fortalecer la zona.

Después, al empezar a caminar, las zonas más sufridas serán tobillos, rodillas y brazos. Rotar tobillos y rodillas mientras realizamos el masaje ayudará a fortalecerlos. Los movimientos deben ser suaves y circulares, rotando hacia uno y otro lado. Las caídas suelen ser habituales, por ello hay que tonificar los brazos, que serán su apoyo en esos momentos.




Al correr mueven todo el cuerpo, a veces coordinado y otras no tanto, por ello es necesario masajear bien todas las articulaciones y cuello.

Para realizar estos masajes necesitamos una crema fresquita y algo perfumada, o aceite, y música suave.
No debemos olvidar la espalda en los masajes.

La relajación con los pequeños de esta etapa, puede ser algo complicada, al comenzar a moverse más cuesta también entrar en un momento de relajación.
Para ayudarnos podemos utilizar distintos recursos, como pañuelos que podemos dejar caer sobre sus caras y desplazarlos por sus cuerpos, al ritmo de la música. Es normal que los niños quieran cogerlos, siempre que no interfiera en el ambiente que hemos creado, no hay por qué negarles este impulso.
Utilizar pelotas pequeñas es otro recurso, en este caso nombrar las partes del cuerpo por las que pasamos ayuda a que se conciencien de la relajación en esas zonas. Comenzaremos por las extremidades inferiores y subiremos tronco, extremidades superiores y por último cuello y cabeza.

Cuando el hábito de la relajación está instaurado podemos recurrir a las linternas de colores, les gusta mucho. Para ello además de la música suave y ambiente cálido, tenemos que reducir la luz de la habitación(importante que el hábito esté interiorizado, ya que si no se quedarán dormidos). Las luces recomendadas son rojo, amarillo o naranja y azul. Las rojas llaman la atención del niño e introduce en la actividad, la amarilla se utiliza de tránsito a la azul, que es la más relajante. Para dar por terminada la actividad podemos volver al rojo.

De 1 – 3 años ya podemos enseñar las pautas que los niños deben seguir en esta actividad con la finalidad que ellos mismos puedan relajarse sin una guía. Recordaremos al empezar que nos tumbaremos boca arriba, piernas y brazos estirados y silencio. Al finalizar hay que recordar que nos levantamos despacio y girando el cuerpo para incorporarnos, así evitaremos mareos.

Durante esta etapa, el masaje actúa como relajante muscular ya la relajación se convierte en un momento de transición entre actividades.

Cuando el niño comienza a interiorizar la relajación podemos recurrir a ella ante momentos de estrés, como rabietas, al ver el inicio de un posible conflicto……

A RELAJARSE !!!!!!!!!!

BENEFICIOS DEL MASAJE INFANTIL