MINI MUNDOS


El mes pasado se celebró el día del barro, un día que no sabía que se celebraba ¡y lo hace desde el 2009!
Este material me encanta, me gusta su tacto suave al humedecerlo y rugoso al secarse sin alisar, su facilidad de modelado al llegar a la temperatura adecuada, su fragilidad si se humedece demasiado o si al secarse se cae, su temperatura tan distinta al manipularlo y al secarse.




Mi hijo dice que cuando juega con el barro siente algo distinto que cuando juega con la plastelina, "me gusta más, mamá", le cuesta explicarme sus sensaciones, pero me puedo hacer una idea cuando pienso en como me siento yo. Cuando yo lo manipularlo y siento sus distintas características, puedo entrar en un momento de desconexión con la realidad y conectar con la naturaleza, una naturaleza que a veces no tenemos tan cerca pero con la que podemos conectar. Esto me lo enseñó Diana en los Baños de bosque, esta experiencia te la contaré en otra entrada, conectar con la naturaleza en el momento de confinamiento que hemos vivido, o seguimos viviendo..., donde no está de manera tan cercana y accesible y hay que encontrar recursos en casa.


Manipular este material viene unido con un tiempo de dedicación, requiere un tiempo para ablandarlo, para poder manipularlo, para ver una idea que surgirá de una pieza sin manipular. Es un ejercicio de paciencia y dedicación que los peques consiguen através del interés, ya sea por investigar con el material, explorar lo que pueden hacer con él, que sale al usar distintos útiles o crear de forma consciente o inconscientemente, relacionados o no con algo previsualizado, o incluso crear unos minimundos que luego formarán parte de su juego. Fomentar su imaginación y ver como ellos mismos se emocionan al ver como crean algo que pueden identificar, es estupendo. 



Desde edades tempranas podemos ofrecerles este material, está claro que acompañandolos en el proceso de exploración (a los más pequeños), dandoles libertad de manipulación y según la edad o las habilidades de cada uno crearán algo reconocible para todo ojo o sólo para el suyo. Pero todos ellos experientarán con sensaciones plenas, teniendo en cuenta que puede que a todos no les guste ese tacto, esa sensación, esa experiencia. Dejemosles tomar su decisión de continuar o abandonar en el momento de experimentación y/o creación.

Para manipularlo es importante preparar un espacio adecuado, donde les sea fácil trabajar el material, ya sea en el suelo o en una mesa y con un cuenco con un poco de agua para ablandar el material y modelar lo o para mojarse los dedos y hacer detalles o alisar grietas. 


Durante el proceso descubrirán que ocurre con un exceso o defecto de agua, si se seca muy rápido o si por el contrario necesitan un tiempo de secado más largo para poder usarlo. ¿Y qué pasa cuando se seca?  Se vuelve frágil ante los golpes. 
En todo este proceso hay varios momentos en los que la frustración les pueda llegar, y necesiten de nuestro acompáñamento para, según que edades, afrontarlo de uno u otro modo. 

Las siguientes fotos son del resultado de la propuesta, donde dio nombre y utilidad a cada creación y le sirvió para realizar un nuevo juego creando sus minimundos con sus propios elementos. 







Tras varios días, el juego dejó de ser de su interés, fotografiamos sus creaciones para mantener el recuerdo del momento y volvió a manipularlo con agua, para darle otra vida en otro momento. 


Recomiendo mucho el uso de este material, si ya lo haces o lo utilizan tus hijos te invito a que observes los procesos y sus reacciones.