Diario de mamá: Mocos, tos y vómitos


Las Navidades las pasamos casi todas las noches durmiendo muy poco, y no precisamente por las fiestas nocturnas de padres, sino por las juergas que se traían los mocos junto con las toses del peque (por lo menos la fiebre no se apuntó a la fiesta)


Unos mocos que pasaron de la nariz a quedarse por la garganta, iniciando así  las toses. Y como el peque no quería expulsar las flemas, a veces parecía que se nunca dejaría de toser. Y yo Pasando las noches junto a su cama, sobresaltándome cada vez que parecía ahogarse y viendo que las agujas del reloj casi no se movían.

El fin de semana pasado parecía que mejoraba, ya no tosía tanto y por las noches gracias a las limpiezas nasales y el plus de humedad en el ambiente de los cuencos con agua, sólo tenía un par de toses al principio y al despertarse por la mañana. Pero desde la Noche de Reyes empezaron los vómitos, al menos una vez al día. Entre que come menos y que lo poco que aguanta lo vomita en algún momento del día está delgaducho, delgaducho.

Hoy fuimos al pediatra (porque tras una semana de espera, por fin nos dieron cita). Nada de infección, ni de respiración, ni de intestino. Según la pediatra, como le están saliendo un colmillo y 4 muelas a la vez (a este chico o le salen todos o ningún diente) segrega más saliva y por ello puede toser más e incluso provocar el vomito. 
Para aliviarle la tos nos aconseja que duerma lo más sentado posible y que beba mucho líquido.

Mientras tanto, jugamos lo más que podemos para no pensar en lo cansados que estamos  y lo alternamos con lavadoras.

Hace un rato volvió a vomitar, uffff  espero que esto no dure mucho más.